Temo embriagarme de tanto amor,
y si me embriago de tu amor
entiendo que no habría nada que temer.
Mis labios se despliegan en sonrisa,
mi corazón en complicidad con el tuyo,
y mi mirada está perdida en la transparencia de tus ojos.
Siento cómo el infinito me seduce,
y el deseo me lleva a la realidad,
más tu piel es el sinuoso terreno que necesito transitar.
Y de repente tu espalda, mis manos
mi boca, tus dedos,
mis uñas, tus cosquillas
todo en un abrazo eterno se fundió.
A tu lado deliro de pasión,
vuelo de amor
y ahora doy un paso más hacia ti
para llenarme con un poquito más de tu todo.
sábado, 28 de noviembre de 2009
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