Construí una soledad casi perfecta.
Amanecemos en lo oscuro,
y en su turbio silencio me arrullo.
A lo lejos me encontré.
Después del fuego,
después de la fiesta de la pasión,
El Frío.
Mi alma se transporta,
y se une a tu infinito.
Cómplice secreto de amor.
Eterna tu sonrisa,
viaja por mi sangre,
compañera de viaje en mi ahora tibia unicidad.
Cuando el perfume se acabe,
y el café se termine,
Sin lágrimas estaremos en casa.
En Tayrona vive la felicidad.